FAQ's

1 – Control cefálico (2/3 meses)
2 – Volteo (4/6 meses)
3 – Mantenerse sentado (6/7 meses)
4 – Gatear (7/10 meses)
5 – Pararse con apoyo (8/10 meses)
6 – Marcha lateral (9/11 meses)
7 – Caminar (11/15 meses)

Lo más importante a tener en cuenta a la hora estimular al bebé es que el estímulo siempre debe estar acorde con lo que le corresponde hacer para su edad.

 

Para el recién nacido y hasta los 2 meses (en mi opinión personal) el mejor estímulo para un bebé es el de su madre hablándole y conteniéndolo. 

 

Ya cumplidos los 2 meses aconsejo comenzar a colocarlos por cortos periodos en posición boca abajo buscando llamar su atención para que levanten la cabeza. A partir de los 3 meses pueden comenzar a colocarlos en el suelo (alfombras de foami, cobijas gruesas, etc.) alternando ratos boca arriba /boca abajo.

 

Nunca los forcen a hacer cosas para las que no están preparados ni pasen todo el día queriendo estimularlos.

El volteo o rolado es uno de los hitos motores que más suele inquietar a los padres. El volteo de boca abajo a boca arriba se da entre los 3 y 6 meses, y el volteo de boca arriba a boca abajo se da entre los 4 y 6 meses. Si sucede mucho o después de este tiempo, el bebé deberá ser evaluado por un especialista.

Existe una gran número de bebés que no toleran la posición de boca abajo. Les sugiero lo siguiente, comiencen poniéndolos por períodos muy cortos, máximo 1 minuto unas 3 veces al día, e ir aumentando de 1 minuto en 1 minuto. Procuren colocarles a la vista algo que suela distraerlos o que les guste mirar, intenten hacerlo placentero, incluso pueden cantarles una canción o colocárselos en el pecho viendo hacia ustedes. Eso sí, sin presionarlos demasiado para que no le «agarren idea» ni al piso ni a la postura. No desistan! Verán como poco a poco irán cambiando su actitud. Con mucha paciencia se logra!

El mejor acompañante para que el bebé alcance un desarrollo motor, cognitivo y emocional armónicos, no es el que está buscando estimularlo todo el día, es el que le brinda herramientas para que haga cosas por sí mismo, transmitiéndole MUCHA SEGURIDAD, amor y celebrando sus logros por pequeños que parezcan.

 

A los bebes no hay que ensenarles a hacer cambios de posturas ni desplazamientos, ellos nacen con la capacidad de aprenderlo a través de sus propias experiencias y exploraciones. El suelo (alfombra de foam) es la mejor herramienta física, ya que les permite moverse con libertad y poner en practica sus movimientos para alcanzar cualquier estimulo que llame su atención.

Los bebés no deben nunca sentarse sin apoyo en la espalda antes de los 6 meses; cumplida esta edad ya es conveniente hacerlo, sobretodo en el suelo (foami). Si al bebé se le sienta debe mantenerse sentado entre los 6 y 7 meses (los primeros días necesitará apoyar sus manos adelante).


Llegará a la posición de estar sentado por sus propios medios entre los 8 y 9 meses.

Mucho se habla de que los bebés DEBEN gatear antes de caminar (entre los 7 y 10 meses), y la verdad es que gatear aporta múltiples beneficios al bebé e incluso a futuro. Aquí les dejo una pequeña lista de las razones por las que considero de suma importancia que nuestros bebés gateen:

– Trabajan los 2 hemisferios cerebrales, con lo cual ayuda a la maduración neurológica y cognitiva.
– Se realiza un patrón cruzado (brazo y pierna contrarias) que hace posible un correcto equilibrio para el movimiento del cuerpo.
– Fortalece los músculos que ayudarán a caminar, escribir, y todo lo que implique movimientos precisos.
– Ayuda al desarrollo de la visión (enfocar), medir distancias y coordinación ojo/mano.
– Aprende a manejar su cuerpo en contra de la gravedad.

Por estas y muchas razones más, debemos procurar que los bebés gateen. Si nunca lo hicieron, cuando sean mayores (2/3 años) jueguen con ellos a hacer actividades que impliquen gatear!

Para que el bebé se suelte a caminar deben estar presentes una serie de características que le permitirán hacerlo. 

Entre las más importantes destacan:

Tono muscular
Fuerza
Coordinación
Equilibrio
Edad (entre 11 y 15 meses)
Seguridad y confianza en sí mismo.

Es importante tener cuenta es que aunque el bebé posea todas las anteriores, no se soltará a caminar hasta que no se sienta listo y preparado para hacerlo. Tiene que QUERER hacerlo!

Cuando los bebés aún no caminan NO NECESITAN ser calzados. Si por un tema de «coquetería» quieren ponerles, procuren que sean siempre de tela suave y de suela blanda. Para el momento en el que comienzan a caminar lo ideal es usar zapatos (para salir de casa) que sean livianos, con plantilla flexible que tenga arco y que sean un poco más altos hacia el tobillo. Pero si están en casa lo ideal es que caminen descalzos.

Hasta los 2 años o un poco más, es normal que alguno de los pies del bebé (o ambos) esté un poco hacia adentro, o un poco hacia afuera, o plano, o las piernas muy abiertas, o las rodillas juntas… Todo esto es normal mientras los pies se van acostumbrando a recibir el peso del cuerpo y se van ajustando en la postura correcta. Sólo en los casos en los que las desviaciones son muy pronunciadas o si les impide caminar de la manera correcta se sugiere visitar al especialista.

Los riesgos asociados al uso de las andaderas han sido extensamente estudiados, 3 a 4 de cada 10 niños tendrán un accidente (caídas por las escaleras, llegar a lugares peligrosos, etc.). Un niño puede alcanzar más de 3 kms por hora en la andadera!
El agravante es que los niños muy pequeños (menores de 8 meses) no han desarrollado el reflejo de extender los brazos para proteger la cabeza ni tienen suficiente estabilidad en su tronco.

Su uso A CUALQUIER EDAD atrasa el desarrollo motor, muchas veces no se da el gateo (porque en la andadera puede llegar a donde quiera y no tiene la necesidad de buscar desplazarse por sí mismo) y el caminar podría ser torpe por falta de la fuerza muscular que no se desarrolla porque la andadera soporta el peso del cuerpo.

Por otra parte, pueden adquirir malas posturas en las piernas y columna, que favorecerán caídas frecuentes y una deficiente coordinación motriz que le impedirá ser hábil.